Con el objetivo de comprender lo que significa para los menores de edad desvinculados de grupos armados ilegales volver a la escuela o llegar a ella por primera vez, la Unidad de Investigación Periodística solicitó a una institución educativa oficial, que acoge a un grupo de 10 personas desvinculadas del conflicto, con edades entre 14 y 17 años, construir un proyecto de clase en el que pudieran buscar respuestas al planteamiento expuesto. Tras aceptar la invitación, la docente encargada del grupo y una educadora especial generaron un proceso de sensibilización, debido a que los menores son herméticos con sus historias de vida, entre otras cosas, porque sienten que corren peligro.
El resultado son dibujos, y cartas elaboradas con ayuda de otros jóvenes voluntarios que se unieron al ejercicio para transcribir los relatos de quienes hasta ahora retoman la escritura o están aprendiéndola. Entre las cuestiones más significativas que este trabajo evidencia se encuentra la percepción de rechazo, burla, señalamiento y soledad que los menores desvinculados perciben en el escenario escolar. Además, las cartas e lustraciones revelan que el conflicto armado es para ellos un escenario vigente, porque se siguen representando con armamento y vestidos de camuflados, y hablan en presente de una situación en la que ya no están físicamente insertos.
Para proteger a los menores ningún nombre se revela, tampoco el de la institución y las docentes participantes.